Programa de desarrollo integral dirigido a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad

Programa de desarrollo integral dirigido a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad

Este programa se dirige a niñas, niños y adolescentes (NNA) en situación de vulnerabilidad cuatro de nuestras instituciones beneficiarias: del Puericultorio Pérez Ananíbar, del Hogar de la Congregación Misioneras de la Caridad y de los Centros de Educación Básica Especial Nº 07 La Inmaculada y Nº 09 San Francisco de Asís.

Se ejecuta mediante acciones y servicios adecuados a la edad y condición de las personas atendidas a través de los siguientes cuatro componentes:

1. Desarrollo de la nutrición
Para contribuir con la mejora del desarrollo nutricional se busca que cada grupo poblacional beneficiario presente un adecuado estado de nutrición según estándares calidad de acuerdo a su condición y edad. Esto se plasma en el consumo de alimentos en cantidades adecuadas para evitar problemas nutricionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolla las curvas de crecimiento que sirven para detectar rápidamente y prevenir problemas graves en el crecimiento (desnutrición, sobrepeso y obesidad) de los niños, niñas y adolescentes.

2. Desarrollo de la salud
Para mejorar la salud integral de niñas, niños y adolescentes, de acuerdo a su edad y condición física, se les ofrece: a) Servicios de salud física y mental provistos con personal, medicamentos y equipos que garantizan un adecuado estado de salud integral. B) Servicios preventivos de salud. C) Servicios especializados externos de salud física o mental para acceder a un adecuado diagnóstico y tratamiento de salud.

La acción conjunta de estos tres servicios genera información sobre metas cumplidas y logros de acuerdo a indicadores y variables, contribuyendo a mejorar la salud física y emocional.

3. Desarrollo de capacidades
Para contribuir con el desarrollo educativo y el desarrollo de habilidades de acuerdo a las necesidades de cada niño, niña o adolescente. Este componente está asociado a la educación y busca dotar de herramientas (educación formal) y desarrollar habilidades blandas (comunicación, trabajo en equipo, adaptabilidad, etc.) para un mejor desenvolvimiento en su entorno y la mejora sustantiva de su calidad de vida.

Además se orienta a incrementar habilidades en las personas para realizar funciones esenciales, resolver problemas, definir y lograr objetivos y entender y responder a sus necesidades de desarrollo en un contexto amplio y de manera sostenible. (PNUD, 2009).

4. Desarrollo Socio-Ambiental
Para contribuir con el desarrollo social y condiciones físicas favorables, este componente promueve el desarrollo integral de los beneficiarios mejorando sus habilidades sociales de relacionamiento con su entorno. Además busca que las instalaciones en las que niños, niñas y adolescentes con y sin discapacidad, viven o estudian se encuentren en condiciones adecuadas con la finalidad de mejorar su calidad de vida.